Un trabajador rural, de 29 años, murió de un disparo en la cabeza cuando, accidentalmente, su perra accionó el gatillo de una escopeta en la provincia argentina de Santiago del Estero (norte), informó el miércoles una fuente policial.
Ocurrió cuando un peón se disponía a entrar a su camioneta, pero al hacerlo asustó a su perra que había ingresado al vehículo que había quedado con una puerta abierta.