
Precisó que un ciudadano solo puede ser apresado por violaciones flagrantes o si se trata de un delincuente reconocido.
“De ser necesario la conducencia del ciudadano a la dotación policial para profundizar su depuración, la privación de libertad del detenido no debe exceder una hora”, agregó el jefe policial.
Transcurrido ese tiempo, agregó, el comandante del destacamento tiene la obligación de poner en libertad al ciudadano.
Dijo que el inspector general de la PN y el director central de Asuntos Internos serán los responsables de fiscalizar y supervisar “el estricto cumplimento de dicha disposición”, cuyo incumplimiento deberá ser sancionado de acuerdo al reglamento disciplinario de la institución.