Osteoporosis: ¿cómo influye el manganeso? Un mineral que obtenemos de los alimentos podría ser el verdadero causante de una de las enfermedades cuya prevalencia es mucho mayor en las mujeres que en los hombres. Se trata del manganeso, el cual podría estar a punto de dar un giro de 180 grados a la teoría mantenida hasta ahora sobre el origen de la osteoporosis y que apuntaba directamente al calcio de los huesos.
Una teoría que parte, y esto es lo más curioso del hallazgo, de la investigación realizada en los cuernos de los ciervos. La osteoporosis provoca una fractura cada 22 segundos.
Hasta ahora se pensaba que el origen o la causa directa era la descalcificación de los huesos, es decir, el origen estaba en el calcio. Sin embargo, esta teoría podría tener los días contados si se confirma la hipótesis de un equipo de investigadores españoles del Instituto de Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla- La Mancha, los cuales han puesto encima de la mesa una nueva posibilidad sobre el origen de la osteoporosis. Una hipótesis que parte además del estudio de los cuernos de las ciervas, tras constatar que sus hasta ahora prácticamente irrompibles cornamentas, se fracturaron de manera bastante alarmante durante el año 2005.
El motivo radicaba en los bajos niveles de manganeso. Esto les llevó directamente a plantearse si en el caso de los humanos no podría suceder lo mismo y, en concreto, en los casos de osteoporosis, un trastorno que en el caso de las mujeres suele aparecer acompañado de la menopausia.
¿Qué sucedió en concreto durante ese año para que las cuernas se rompieran con tanta facilidad? Las causas hay que buscarla en la climatología, y es que fue un año muy frío, lo que provocó que las hierbas y plantas concentraran sus niveles de manganeso y, por tanto, la ingesta de los animales de este mineral fue bastante menor.
Los bajos niveles de manganeso hacen que el calcio no se fije bien a los huesos y los debilite. El manganeso no solo es fundamental para los huesos, ya que hay otros órganos, como el cerebro, que también lo necesitan para su funcionamiento. Cuando nuestro cuerpo pierde manganeso, se ve obligado a obtenerlo del esqueleto, lo que hace que se debiliten nuestros huesos, provocado las temibles fracturas.
La relación directa entre manganeso y cerebro también estaría abriendo la puerta a nuevas investigaciones sobre enfermedades como el Alzheimer, cuyo origen sigue siendo prácticamente desconocido, y sobre todo sobre el funcionamiento del cerebro, un órgano que consume unan gran cantidad de nuestra energía (el 25% en estado de reposo, según datos médicos).
La hipótesis, publicada en la revista Frontiers of Bioscience, tendrá que ser ahora confirmado con otros estudios y ensayos, si bien abre nuevas vías de investigación sobre la verdadera causa de esta enfermedad y cómo influye la debilidad de nuestros huesos tanto en su desarrollo como en el de otras patologías.
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