Por: Marcos Lozano
“Tener un propósito definido proporciona una energía incalculable en la vida; pero concentrar en ese propósito todas las fuerzas es ni más ni menos, hacerse invencible”. Si tenemos un gran objetivo. Una meta trascendente por la que valga la pena sacrificarlo todo, incluso la vida si hiciera falta, nuestra motivación será tan poderosa que seremos capaces de vencer todos los temores y ningún obstáculo nos parecerá insalvable.
Hellen Keller fue la primera persona afectada de la triple invalidez de la ceguera, la sordera y la mudez, en toda la historia, que pudo matricularse en la universidad. Y no solamente ingresó en las aulas universitarias, sino que se graduó con honores. Después, actuó en teatro, protagonizó películas en Hollywood, escribió libros y se convirtió en conferenciante internacional.
La primera vez que quiso hablar en público no pudo hacerlo. Era tan popular que la gente se echó encima, le rompió el vestido y le arrancó las flores del sombrero. Todo el mundo quería verla de cerca y tocar aquel prodigio viviente. Hellen se superó a sí misma y con eso superó a todos los demás. Nadie comenzó desde tan bajo ni llegó tan alto antes ni después de ella.
Conversando con el presidente Roosevelt “escuchaba” su sonora voz con las manos. De la misma manera “Oyó” cantar a Caruso y, según ella misma dijo, pudo “recoger aquella voz de oro en las manos”. “Oyó” tocar el violín a Jascha Heifetz, poniendo ligeramente los dedos sobre el instrumento.
Viajó por Europa y el Lejano Oriente. Hizo giras internacionales dando conferencias y llegó a ser una de las personalidades más conocidas del mundo moderno.
¿Cómo logró realizar una hazaña una hazaña? ¿De dónde la capacidad y el coraje para ascender desde el abismo del silencio y las tinieblas hasta la cumbre?
Pues de aquel deposito de poder al que se refirió José Ingenieros: “Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal exactitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones”.
Eres resorte misterioso, esa ascua sagrada, ha inspirado todas las hazañas de la humanidad. Todos los grandes personajes que han ido al espacio y al fondo del mar, a las selvas y a los desiertos; todas las mujeres y todos los hombres que han escalado las grandes cumbres y han construido la grandeza humana, lo hicieron porque tenían un ideal. Ese ideal los galvanizó para realizar sus memorables hazañas.
En sucesivos artículos iremos ampliando con mayores detalles diversos aspectos que enfocan estas leyes para obtener el deseado éxito que todo humano aspira a obtener durante su vida.