El supuesto autor de la matanza en un cine de Aurora (Colorado, EE.UU.) fue rechazado por su comportamiento raro y repulsivo en un club de tiro cerca de Denver, indicó a la cadena Fox el dueño del negocio.
Según Glenn Rotkovich, dueño del centro de tiro privado Lead Valley Range, en Byers (Colorado), James Holmes, detenido por el asesinato de 12 personas la madrugada del pasado viernes, exhibía un comportamiento extraño y tenía un mensaje de voz en su teléfono sobre Batman.
Mirando atrás, podría decirse que sonaba como el 'Joker', indicó Rotkovich, con relación a la apariencia de la voz del mensaje con el enemigo de Batman en las primeras versiones de la película.
Según el testimonio de la policía de Aurora, cuando James Holmes, de 24 años, fue detenido en el exterior del cine, pertrechado con una máscara de gas y protecciones antibalas dijo que era el "Joker".
Holmes irrumpió la madrugada del viernes en el estreno de la última secuela de Batman "The Dark Knight Rises" con un fusil de asalto, una escopeta y dos revólveres y la emprendió a tiros con la multitud, matando a 12 personas e hiriendo a más de medio centenar.
Según los investigadores, el fusil de asalto de Holmes, con cargadores de 100 balas, se le encasquilló por lo que tuvo que cambiar de arma, lo que pudo rebajar la intensidad de su inesperado ataque.
De acuerdo con el dueño del club de tiro de Colorado, Holmes intentó ingresar en el centro hace menos de un mes, pero la política del club es conocer a sus socios, por lo que el joven tuvo que responder algunas preguntas por correo electrónico.
Holmes dijo que no era miembro de la Asociación Nacional del Rifle, que no tenía antecedentes, que no le estaba prohibido almacenar munición y no era adicto a las drogas.
Cuando Rotkovich llamó a Holmes para explicarle las normas de seguridad y cerciorarse de quién era, escuchó "un mensaje incoherente, raro".
Holmes comparecerá mañana en un tribunal de Colorado para que se inicie su proceso.
El detenido preparó durante meses el tiroteo en el cine y la sofisticada trampa explosiva que tendió en su apartamento, lo que se cree que le costó unos 8.000 dólares, a lo que se hubiesen sumado los 250 dólares del club de tiro, una importante cifra para un estudiante de doctorado desempleado.
EFE
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