El exbeatle Paul McCartney tuvo que parar un concierto que estaba dando en el festival Bonnaroo, llevado a cabo el viernes en Manchester, al asegurar que le llegaba un fuerte olor a marihuana.
«Esa es muy buena hierba, puedo olerla desde aquí... ¡Puff!, ¿Qué me estáis haciendo?», explicó McCartney desde el escenario antes de tomarse un descanso.
Finalmente interpretó 38 canciones y mostró su apoyo a las integrantes de Pussy Riot. Grupo al que ya había valorado en otras de sus actuaciones pidiendo la libertad condicional para las tres chicas acusadas (Nadia, Masha y Katia) encarceladas por «hooliganismo» (o gamberrismo) al oponerse a la reelección de Vladimir Putin.