Es un clásico de la pequeña farmacia que toda familia tiene casa. La aspirina, el ácido acetilsalicílico, ha curado muchos dolores pero también ha creado muchos desencuentros sobre sus efectos, los buenos y los adversos.
A su buen nombre contribuye ahora un estudio del Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca, que asegura que los antiinflamatorios de uso común como la aspirina puede ayudar a proteger y reducir el riesgo de cáncer de piel.