Cuando en el rostro destaca un color atrevido, el resto debe mostrarse discreto. Sobre todo, la piel. La única forma de que el maquillaje en tonos flúor resulte moderno es combinarlo con un cutis muy natural, en el que se vea la textura de la piel.
El brillo es otro enemigo de los maquillajes . Si bien hay que mantener el aspecto jugoso y fresco de las mejillas, en frente, nariz y barbilla se debe controlar el exceso de sebo. El mejor aliado para ello son los polvos traslúcidos, aplicados con mucha mesura, pero con determinación.
Los ojos en un segundo plano
Hay colores que necesitan espacio para brillar y no admiten competencia. Los tonos flúor pertenecen a esta categoría. Por eso, si los labios se dibujan con colores muy extremos, los ojos deben mantenerse varios pasos por detrás.
Para una mirada definida, pero muy natural, el primer paso que hay que dar es un toque de corrector de ojeras en el área del lagrimal. Se sigue con una sombra beige aplicada sobre el párpado móvil para igualar su color, lo que aporta un toque extra de luz. En las pestañas se impone la misma discreción, con máscaras en tonos suaves –castaño, gris ahumado– o, en caso de tener las pestañas oscuras y largas, con máscara incolora.
La boca es el punto neuralgico
Para un look fresco es tan importante la elección del color como su textura. Para un efecto atrevido, nada como texturas de alta concentración de color y acabado mate o semimate. La ausencia de brillo y el impacto cromático tienen mucha fuerza, pero… ¡cuidado! Exigen una boca perfecta, ya que resaltan los defectos como si los pusieran bajo un microcoscopio.
Los colores mates se han de aplicar con pincel. El delineador es imprescindible, así como los retoques a lo largo del día.
Una forma muy actual, y menos arriesgada, de atreverse con un tono flúor en los labios es optar por texturas semitransparentes, que aportan un velo de color muy luminoso pero menos comprometido.
Ojo!!! Nunca !! como una caja fuerte
Ahora las manos se combinan con algún detalle destacado de la ropa o con el bolso, ¡no solo con el lápiz de labios!
Más largas, más ovaladas, más femeninas y más incómodas. Así son las uñas que la moda propone.