Una comisión investigadora determinó que no fue una falla mecánica, sino por un error humano lo que provocó el accidente aéreo en el que murieron dos oficiales de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), la tarde del domingo del pasado 7 de abril, al precipitarse en el mar Caribe el avión Pillán T-35B de fabricación chilena en el que participaban en la apertura del show aéreo del Caribe.
De acuerdo con el informe de la comisión, “la infausta decisión” del piloto de ejecutar una maniobra del tipo "Barril o Roll de Alerones", con escasa velocidad y baja altura, provocó que la aeronave descendiera hasta impactar en el mar, muriendo en el acto los dos tripulantes.
Agrega que el reporte dado por el Instituto Nacional de Patología Forense, refiere que el primer teniente Rafael Eduardo Sánchez Astacio (piloto) y el segundo teniente Carlos Manuel Guerrero Guerrero (co-piloto) fallecieron en el acto tras el fuerte impacto sufrido por la aeronave con las aguas del mar Caribe, luego de realizar una maniobra acrobática “no autorizada”. Esto pese a que las dos naves anteriores intentaron al misma maniobra, la primera con éxito y la segunda la abortó.
El coronel piloto Emmanuel Souffront Tamayo, vocero de la comisión, aseguró que la investigación concluyó que el "factor humano" fue la causa fundamental de la tragedia, debido a una mala ejecución de la maniobra acrobática "Barril o Roll de Alerones", realizada a muy baja altura, con entrada a escasa velocidad, lo que ocasionó el descenso de la nave hasta impactar con el mar.
Los demás integrantes de la comisión son el viceministro de las Fuerzas Armadas, mayor general piloto Ismael Alvarado Ramírez, quien la encabeza, el coronel piloto Luis Souffront Tamayo, el coronel piloto Waskar Rodríguez Goris, el coronel piloto Huáscar Tejada Felipe, el coronel piloto Melvy Paulino Pichardo, el teniente coronel piloto Rubén G. Mejía del Carmen; el teniente coronel piloto Alberto Ureña Figueroa y el teniente coronel Aeromédico Alfonso Vásquez Vargas.
Precisó que un análisis técnico pormenorizado del motor de la aeronave a cargo de la empresa fabricante del mismo, Lycoming Engines, ubicado en Pennsylvania, Estados Unidos, pudo comprobar que el accidente no se debió a fallas mecánicas, ya que se le hicieron todas las inspecciones y análisis de rigor.
Aseguró que el director de operaciones de la FAD, coronel piloto Miguel Restituyo Larrache, había instruido a los miembros de la escuadrilla Pitufo que realizarán tres pasajes, el primero en sentido Este-Oeste en formación de "punta de dedos", el segundo de Oeste-Este en formación "Trim de escuadrilla’, el tercero de forma individual de Este-Oeste y finalmente se reunirían de nuevo en escuadrilla para un pasaje sobre la Base Aérea de San Isidro, y posterior a esto el aterrizaje de las aeronaves.
“La tripulación de la primera aeronave, realizó con éxito la maniobra del tipo "Barril o Rol de Alerones"; los oficiales de la segunda lo intentaron pero rápidamente abortaron la acción por razones de poca velocidad para ejecutarla; mientras que los pilotos fallecidos la ejecutaron, pese a la baja altura y poca velocidad de que disponían” explicó.
La aeronave monomotor, utilizada por la Fuerza Aérea Dominicana, para instrucción primaria y patrullajes, impactó en sentido Sur-Norte a unos 200 metros de la costa caribeña, hundiéndose en el mar, a unos 35 pies de profundidad, causando la muerte inmediata de los dos jóvenes pilotos.
Especificó que al momento del accidente y posterior hundimiento de la aeronave, la marea estaba en condiciones moderadas, y la visibilidad en el fondo del mar era muy precaria, lo que dificultó la localización de los ocupantes y del aparato, pese a la rápida intervención de los organismos de socorro dispuestos como parte de la organización del show aéreo.